La denuncia

*Armagedón*

*“No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma”**Mateo 10:28**

Deshumanización y muerte en el Hospital del Niño**

Alfredo A. Calderón Cámara**alfredocalderon1960@gmail.com**La atención a la salud que debería ser una de las más altas prioridades del gobierno morenista que encabezo Adán Augusto López y terminará Carlos Manuel Merino, en materia de salud es lo más parecido a un sexenio perdido y amaga con terminar con escenarios catastróficos; al menos dada la deshumanización, negligencias y muertes de niños con cáncer y otras áreas en el Hospital del Niño, Rodolfo Nieto Padrón sin duda, saldrán muchas cosas en los próximos días y semanas**En pocas ocasiones una entrega genera tanto revuelo y rebote de información; es demasiado el rechazo que los empleados del Hospital tienen en su contra la Dra. Silvia Gutiérrez Lucatero, directora del Hospital Infantil Rodolfo Nieto Padrón. “Sólo la voluntad del personal mantiene adelante el hospital” nos comentó ayer un especialista en la entrada del Hospital, otro médico amigo remató: “Que tremendo es el daño que se le hace a este tipo de instituciones de salud cuando desde el poder se impone a alguien tan inapropiado como la “Tiqui tiqui”**Historias no conocidas de las entrañas del Hospital del Niño indican que, la secretaria de Salud, Silvia Roldán no tiene ninguna autoridad ni puede meter orden en el Rodolfo Nieto Padrón, porque trascendió que esta directora -sin mérito alguno- fue impuesta por Adán Augusto López a petición del presidente López Obrador, quien así pagó los favores recibidos por el padre de la doctora Gutiérrez Lucatero, un agricultor que Cuauhtémoc Cárdenas presentó con López Obrador y que por años financió desde Zamora, Michoacán parte de sus fracasadas campañas**Ayer fue impresionante la cascada de llamadas al celular del reportero para pedir espacios, solicitar entrevistas y proporcionar datos; se tocó la colmena y personal del Hospital -el que si trabaja- “polinizaron” la columna del reportero abriendo diversos canales de información y hacia lastimados padres de niños que están o estuvieron enfermos de cáncer y que fallecieron por la natural enfermedad, negligencia o los brotes de deshumanización que hay por parte de las autoridades del Hospital del Niño, sus testimonios son elocuentes* *En cada llamada o entrevista lo que el reportero observó y escuchó fue el trágico dolor que a pesar del tiempo no amaina en el corazón de los padres que tuvieron la desgracia de llevar a sus pequeños hijos con cáncer, ser mal atendidos, verlos fallecieron y sólo les dijeron sin mayor explicación, que estaban muertos; -salvo honrosas excepciones de quienes si se preocupan por el cuidado, salud y vida de los niños- algunas autoridades de primer nivel y administrativas, lo lastimoso es que pocos se preocupan por esos infantes**En síntesis: resulta innegable que este ha sido el peor sexenio para los niños con cáncer, un sexenio en el que degradó el prestigio del Hospital del Niño y la peor plaga que haya podido llegar en contra de los verdaderos especialistas y la estructura de empleados que día a día llega a dar lo mejor de sí para todos esos niños. Esto sin duda es parte del trabajo de investigación que comienza a contaminarse con denuncias de acoso laboral de otros hospitales, con evidencias y pruebas inadmisibles de lo que sucede en el sector salud de Tabasco y bajo ninguna circunstancia debiera suceder*Guardando el debido respeto y anonimato: va la versión de una madre de familia de un pequeño fallecido, tal cual y que sin duda; es el primero de los casos que serán investigados ya que testimonios y documentos serán llevados ante el gobernador electo Javier May para la solicitud de una investigación en busca de algo justicia para esos pequeños que perecieron en el Hospital del Niño y donde nadie les dio una explicación a esos lastimados padres**Una madre que sigue llorando el fallecimiento de su hijo, dice: “Como siempre en el Hospital del Niño haciendo de las suyas. Mi hijo perdió la vida, sin que me dieran explicación del porque lo entubaron y bajaron a Terapia Intensiva, ese mismo día falleció mi ángel bello, no hay medicamentos ni quimioterapias para tratar niños con cáncer”. Cómo puede leer duele la deshumanización; estos son seres humanos lastimados que le pueden decir en su cara a la directora del Hospital e incondicionales lo mal que hicieron su trabajo**Añade la madre agobiada por el sufrimiento “fue una negligencia tremenda, a mi nada me explicaron que fue lo que paso con mi hijo, cuando lo bajaron a Terapia Intensiva el Dr. -no mencionaremos el nombre para evitar represalias-, que lo atendió nos dijo que pidiéramos una explicación de que fue lo que paso, porque el niño estaba bien, me quedaron tantas dudas, y cuando lo entubaron le pregunté a la Dra. que estaba en turno y -deshumanizada-, no me dio explicación de nada”* *Añade y termina diciendo la situación que día y noche vive: “Eso no me deja dormir porque se fue por una negligencia, me lo dejaron morir”. Qué difícil es mirar la muerte cara a cara en el rostro de un niño o su familiar, esa descortesía en el trato al pequeño en sus últimas horas de vida es lo terrible, muy grave para un pequeño entender que tiene cáncer, que padece una enfermedad terminal, que sufre sin descanso, que ese demonio de enfermedad destruirá su vida y su familia, y todavía exista personal sin la decencia de darles un trato y explicación sensible del porque falleció el pequeño**Se entiende que por el sólo hecho que un pequeño esté enfermo de cáncer ya es una situación extremo difícil para la familia y el menor, lo cuestionable es el tamaño de la insensibilidad y apatía en el trato, la falta de medicamentos, la falta de sensibilidad y las nulas explicaciones, todo ese atropello que aseguran comanda desde la silla de la dirección la doctora Silvia Gutiérrez, de allí lo terrible de quienes siguen ese mal ejemplo**Una lista de muchos padres de familia que tienen enfermos o han perdido por cáncer a sus pequeños hijos en los últimos dos años en el Hospital del Niño, padecieron la misma constante y los mismos parámetros: falta de medicamentos, equipos, insumos, quimioterapias y demás; lo más grave que lacera: la insensibilidad y el maltrato para estos padres que la mayor de las veces fueron amenazados con represalias si decían algo que podía dañar más el pésimo servicio que les prestaban; hoy que muchos de esos pequeños ya no están, el diagnóstico de los padres que siguen ahí, es el mismo: deshumanización y muerte en el Hospital del Niño**EL SEPTIMO SELLO**En la portada de ayer, por un error involuntario se colocó la foto del doctor Rubén Álvarez Solís, quien de inmediato se deslindó, se cambió la foto y se le ofrecieron las disculpas pertinentes; sin embargo, antes de cerrar esta columna nos dieron pruebas fehacientes que este médico -de excelentes referencias- sin que él haya realizado denuncia alguna: también sufre el agobio, maltrato y acoso laboral por parte de la directora Silvia Gutiérrez Lucatero, quien usa como punta de lanza uno de sus incondicionales**LA SEPTIMA TROMPETA**¿La causa? El Dr. Álvarez Solís es un médico sensible, de buen trato y profesionalismo que estorba en el camino a Gutiérrez Lucatero en la ratificación que trascendió, Pérez Lanz ha dicho que ella tiene segura en el nuevo gobierno ¿Con tantos escándalos, acosos laborales y malos tratos, será cierto? Dado lo grave de las denuncias, este tema nos sacó unos días del análisis político; por humanidad y compromiso seguiremos atendiendo las quejas y denuncias del sector salud que hablan de la inoperancia y corrupción que hay en sus entrañas**LA SEPTIMA COPA**Permean las inconformidades que por meses y años han estado silenciadas bajo la opresión y han comenzado a llegar quejas y denuncias de acoso laboral, corrupción y cosas peores de otros hospitales de alta especialidad del sector salud; en su momento todos esos documentos serán enviados hasta la mesa de trabajo del gobernador electo Javier May, quién de seguro alguna respuesta humanitaria tendrá para todos esos trabajadores que por meses y años han sido tratados tan injustamente, recuerde que él lo dijo: habrá justicia laboral*