Este Pueblo Mágico goza de un clima húmedo, ideal para el cultivo del café, lo cual forma parte de su rica tradición local

En el pintoresco estado de Chiapas, al sur de la República Mexicana, se encuentra un tesoro oculto que ha sido recientemente nombrado como Pueblo Mágico por la Secretaría de Turismo federal: Copainalá de Espinosa. Este encantador poblado se une a la lista de atractivos turísticos de la región, compartiendo el distintivo con los ya reconocidos Chiapa de Corzo, Comitán, San Cristóbal de las Casas y Palenque, este último reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Copainalá es una verdadera postal viviente que parece haber sido pintada por las manos de un artista plástico. Sus casitas de colores con techos de tejas se encuentran armoniosamente integradas en un entorno rodeado de majestuosas montañas y ríos serpenteantes que atraviesan bosques de cedro, caoba, pino y roble. Su belleza natural es un deleite para los sentidos y un imán para los amantes de la naturaleza y la cultura.

Este Pueblo Mágico goza de un clima húmedo, ideal para el cultivo del café, lo cual forma parte de su rica tradición local. Los granos de café se tienden en mantas para secarse al sol, brindando una vista única y evocadora a los visitantes que recorren sus calles. Además, los árboles de frutos cítricos adornan casi cada rincón del lugar, añadiendo un toque especial a la pintoresca escena.

Copainalá tiene raíces históricas profundas, siendo hogar de la etnia Zoque, un grupo étnico que ha dejado una huella significativa en los estados de Oaxaca, Tabasco y Chiapas. Los viajeros tienen la oportunidad de sumergirse en su cultura y participar en sus festividades tradicionales, como el Día de Muertos, el Carnaval de febrero y la Fiesta de san Vicente en mayo.

Uno de los tesoros naturales más destacados de Copainalá es el río Zacalapa, cuyas aguas cristalinas provienen de una impresionante cascada del mismo nombre. Este río es un lugar ideal para disfrutar de momentos de tranquilidad y refrescarse con un chapuzón en sus claras aguas.

Entre las joyas arquitectónicas del pueblo, se encuentran la iglesia de San Vicente Ferrer y el convento colonial, que atestiguan la influencia de la época colonial cuando los misioneros dominicos llegaron para evangelizar la región.

Copainalá, con su encanto y autenticidad, se revela como un destino prometedor para los viajeros que buscan conectar con la naturaleza, la cultura y la historia en un rincón mágico de México.

// Tomado de: http://Heraldo de Chiapas

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