*Franja Sur*

*René Alberto López*

19-06-2024

*Nacimiento y suicidio del PRD*

PRIMERA PARTE

En esta entrega escribiré sobre el nacimiento legal del PRD, pero permítame el lector contar pasajes que viví de primera mano (en mi etapa partidista), en el último Congreso Nacional del PMS, instituto político que dio vida al perredismo. Algunos desconocen que el PRD nació legalmente en México gracias al registro que le cedió el Partido Mexicano Socialista (PMS), que nace por la fusión de la izquierda histórica de este país, el último partido que usó en sus siglas la palabra socialista en México y que su himno, al concluir sus actos políticos, era la Internacional. El PMS fue un partido en México que existió entre 1987 y 1989 y se creó con la fusión de varios partidos y movimientos de la izquierda histórica, entre ellos el Partido Socialista Unificado de México (PSUM), que mantenía el registro del Partido Comunista Mexicano (PMC), con Arnoldo Martínez Verdugo a la cabeza, a cuyos militantes les llamaban “los peces”. El Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), que tenía como dirigente a Herberto Castillo y unos de sus principales cuadros era Eduardo Valle Espinoza “El Buho”, líder que figuró en el Consejo Nacional de Huelga del movimiento estudiantil del 68 y fue preso en Lecumberri. Además, se fusionaron los Partido Patriótico del Pueblo (PPP), Socialista de los Trabajadores (PST), la Unión de Izquierda Comunista (La UIC), y el Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP). Corría ya el gobierno de Carlos Salinas y debido a que puso muchas trabas a los organizadores, a los fundadores, el PRD no logró su registro por sí solo. Así, en su último Congreso Nacional, el PMS, en una votación de sus delegados, decidió su desaparición y ceder su registro al recién formado Partido de la Revolución Democrática (PRD). Por cierto, en ese último Congreso realizado en el auditorio de Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), del entonces Distrito Federal este columnista fue el penúltimo orador en mi papel de Consejero Nacional del PMS por el estado de Campeche, pues por alusión personal, subió Jorge Alcocer a refutarme unas acusaciones que hice desde la tribuna a la dirigencia nacional, que operaron para que las delegaciones se presentaran al Congreso con la consigna de apoyar la desaparición del partido. El ambiente se calentó en la asamblea entre quienes estaban a favor y encontrar de ceder el registro al nuevo partido cuando protesté desde el micrófono por la presencia de Cuauhtémoc Cárdenas, Ifigenia Martínez y Porfirio Muñoz Ledo, porque no eran del PMS, y, el Congreso era entre pemesistas, pero los expriístas presentes ya habían negociado con Gilberto Rincón Gallardo, secretario general del PMS (en aquel entonces no existía la figura de presidente en los partidos de izquierda) poner a votación la desaparición del partido para que el PRD alcanzara el registro legal. Ante el alboroto en el Congreso, las pasiones estuvieron a punto de desbordarse, pidió la palabra Heberto Castillo, para explicar el sentido de darle el registro al PRD y calmar los ánimos. Después se votó y la mayoría decidió desaparecer el PMS para darle paso al PRD. Ahí terminó el Congreso, mi militancia partidista y, decidí dedicarme al periodismo. Conservo una fotografía que salió al día siguiente en la portada del diario El Universal (si localizó el recorte de periódico publicaré la imagen en la segunda parte de este tema) en la que este franjero y Jenaro Villamil, camarada pemesista de la delegación de Yucatán, hoy titular del Sistema Público de Radio y Televisión (SPR) del gobierno federal, inconformes con el mayoriteo y manipulación, nos vemos en la foto rompiendo nuestras credenciales del PRD, de pie, frente al presídium, donde estaban Heberto Castillo, Cuauhtémoc Cárdenas, Ifigenia Martínez, Cuauhtémoc Sandoval y Raymundo Cárdenas, entre otros. Y es que parte de la delegación de los estados de Campeche, Yucatán y Michoacán, nos opusimos a que se le diera el registro al PRD, pues ese partido venía cundido de expriistas.Nuestra postura era no desaparecer el PMS y que siguieran intentando su registro. Por eso nuestra protesta. Villamil también tomó desde aquellos tiempos el camino del periodismo y de escritor. Ya formado el PRD, en su nacimiento, Cuauhtémoc Cárdenas, sentenció: “Queremos que nuestra organización sea un instrumento de la sociedad, no sólo de sus miembros o dirigentes”. Cárdenas, uno de los impulsores del sol azteca, sería tres veces candidato a la presidencia de México bajo esas siglas. Así, esas palabras que soltó en el alumbramiento del PRD, al no cumplirse al pie de la letra y hacer todo lo contrario, llevó a esa organización al fracaso en las elecciones pasadas y el sol azteca se apagó en el ámbito de la competencia federal. Las elecciones del 2 de junio fueron la tumba para el perredismo al no alcanzar el 3 por ciento y esos resultados lo llevaron a perder su registro y obtener solo dos senadores en el Congreso de la Unión. En Tabasco lograron sobrevivir, pero perfilados igual a desaparecer. En la entrega de mañana consignaré hechos sobre las causas que hundieron al PRD que todavía respira en el edén. Pero Tabasco es hoy por hoy un fiel ejemplo de los vicios y prácticas que cercenaron poco a poco a los amarillos. Aquellas palabras de Cárdenas, deberían estar retumbando en los oídos de Jesús Ortega y Jesús Zambrano, los afamados Chuchos, que se adueñaron del perredismo en el país. “Nuestra organización debe ser un instrumento de la sociedad, no sólo de sus miembros o dirigentes”. Esta frase tampoco fue escuchada en tierras chocas por los propietarios de las siglas. (Por cierto, en una asamblea nacional de los partidos de izquierda, me tocó ver cuando Heberto Castillo, entonces candidato presidencial del PMS (1988), estuvo a punto de liarse a golpes con Antonio Becerra Gaytán, un destacado cuadro de la izquierda histórica, originario del estado de Chihuahua. Pero eso se los cuento mañana). Ahí se las dejo.

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